La belleza de un Dios que se arrodilla

La belleza de un Dios que se arrodilla

En los últimos meses, Dios ha estado hablándome de Su humildad. Tal expresión podemos verla en plenitud cuando contemplamos al Cordero de Dios que quita el pecado del mundo. Quiero compartir una fracción de lo que ha estado fascinando mi corazón últimamente.

Meditar en la grandeza de Dios siempre me llena de asombro. Dios tomó una decisión de crear este universo en el cual él está arriba y nosotros estamos debajo de él. Pero, tal vez te preguntarás: ¿realmente quiero vivir en un mundo donde existen dos clases, una para reinar y otra para servir? Muchos cristianos toman este arreglo cósmico por sentado, sin nunca preguntarse acerca del carácter de Dios, y mucha gente, al ver la manera de pensar cristiana, con razón piensan que hay un Dios que parece haber creado tal universo. ¿Será que Dios tiene un problema de ego? La respuesta es: No. Dios no tiene un problema de ego. Cada vez que este pensamiento viene a nuestra mente, es porque no estamos entendiendo la profundidad de quién es Dios, y necesitamos la ayuda del Espíritu Santo para que nos revele a Dios.

Cuando me encuentro en momentos como esos, abro la Biblia, buscando pasajes que me hacen querer amar a Dios una vez más. Uno de estos pasajes de la vida de Jesús se introduce con una declaración mucho más importante de lo que parece a primera vista:


“´Él [Jesús] mostrándoles [a sus discípulos] la plena extensión de su amor…” (versión extendida de Juan 13:1) .

¿Qué es lo que puede demostrar “la plena extensión” del amor de Dios en su núcleo? Jesús se levantó de la mesa, se ciñó, tomó una toalla, y vertió agua en una vasija, después les lavó los pies. Era un esclavo o un siervo el que usualmente tenía este rol, pero esta noche, Jesús tomó ese papel.

Jesús reveló el carácter de Dios por medio de su vida. Este pasaje legítimamente se puede leer de esta manera: “Dios decidió mostrarle a sus creaturas quién es Dios en lo más profundo de Su ser. Dios se quitó su túnica, tomó una toalla y vertió agua en una vasija. Después Dios comenzó a lavar pies humanos y a limpiarlos con una toalla”.

Con el fin de hacer esto, Jesús tuvo que arrodillarse. Esto es único a comparación de otro dioses en la historia humana. Los dioses usualmente vienen en formas de poder, luz, belleza o presencia, algo que los posiciona por encima de cualquier humano. Pero este Dios es diferente. Él es un Dios que se arrodilla. La plena extensión de Su gloria se corporifica en su sumisión a nosotros. Me imagino cuando este Siervo cósmico creó el universo pensó dentro de sí mismo:

“Estoy creando con el fin de servir. Este es mi gozo. Amar a mi creación por medio de servirles, de someterme para su bienestar—incluso mi propia vida. Levantaré a mi creación por encima de mí mismo.”

Nunca entenderemos al Dios de la Biblia hasta que lo veamos arrodillándose frente a su creación.

De un Dios “extraño” (para el mundo) proviene un pueblo extraño. Muchos cristianos regularmente viven este acto que Jesús hizo; juntándose y lavándose los pies los unos a los otros. Lavarnos los pies los unos a los otros se siente extraño; y se supone que así se debe sentir.

Jesús a menudo luchó con explicar cómo era la naturaleza paradójica del Reino de Dios y cómo opera dentro de este mundo. Él se preguntaba en voz alta “¿Cómo puedo describirles el Reino de Dios? ¿Qué historia debo usar para ilustrarlo?” Lleno de entendimiento contrario al sentido común, Jesús contaba estas historias con el fin de perturbar el sistema de valores de Sus oidores, y ponerlos en la jornada de transformación. Pero una semilla que crece hasta volverse un árbol que es impresionante comparado con su pequeño comienzo (Marcos 4:30-34).

En una ocasión, él semejó el reino de Dios a una semilla de mostaza, la semilla más pequeña que le era familiar a su audiencia.

Como semilla en la palma de nuestra mano, parece pequeña, sin sustancia, casi ausente, así el reino de Dios está presente, pero escondido, real pero invisible, fácil de perder pero imposible de detener.

En nuestra cultura “pequeño” se ha vuelto una mala palabra. Nos mueve el incremento de nuestras propiedades, expandir nuestra educación, mejorar nuestro look, o extender nuestra influencia.

En contraste, la semilla del reino no es movida por nada—sino que está viva, más viva que cualquier cosa grande que no tiene vida que provenga de Dios. Existe una fuerza misteriosa, imparable, escondida dentro de este mundo y la humildad es una de sus expresiones más feroces.

Jesús viene a nosotros como un bebé en un pesebre, retraído en el anonimato en una carpintería por 30 años, en un pueblo en las orillas de un pequeño país subyugado por un imperio. Y cuando comienza a resaltar más en la vida pública, él le dice a sus propios discípulos que encubran su identidad y sus milagros. En vez de derrumbar el imperio y tomarlo por la fuerza, él es arrastrado a una cruz.

Todos aquellos que lo siguieron encontraron un destino similar al de él.

Pero los seguidores que le dijeron sí a Su conspiración de vencer el mal con el bien y cambiar al mundo por medio de dar su vida en servicio a todos (incluyendo a sus enemigos), todos ellos se esparcieron por todas las naciones.

Ellos vivieron escondidos, ridiculizados por su ausencia de violencia, perseguidos por rehusarse a someterse a los lineamientos de los poderes de sus tiempos, abrazando y recibiendo a los esclavos, a los enfermos a las mujeres viudas y quebrantadas, a los débiles—sirviéndolos a la expensa de sus propias vidas, completamente conscientes de la “debilidad y necedad” de todo el reino de Dios (véase 1 Corintios 1:18-31).

La humildad no es sólo una virtud simpática. Es un acercamiento práctico a la transformación, una manera en la que el reino de Dios realmente opera. Así es como Dios lleva a cabo todo su plan; como Dios cambia al mundo. En el reino de Dios las cosas pequeñas logran grandes hazañas. Pero este mundo cada vez ve con mayor desdén las cosas pequeñas. La humildad cada vez es más desestimada.

Después de lavar sus pies, Jesús les dijo: “No los llamaré más siervos…los he llamado amigos” (Juan 15:15). Una vez que ves a Dios arrodillarse, comienzas a entender a Dios, comienzas a querer amarlo y te vuelves el amigo de Dios. Y volverte el amigo de Dios quiere decir volverte su socio en cambiar al mundo por medio de la humildad.

Los cristianos a menudo hablamos acerca de la esperanza que tenemos en Dios, buscando conforte para nosotros mismos con nuestra propia fe. Pero ver a Dios arrodillándose frente a nosotros cambia todo esto. Al ver la vida de Cristo, vemos a Dios poniendo su esperanza en nosotros. Dios tiene fe. Dios cree en nosotros.

¿Por qué Dios no es más obvio? ¿Por qué no lo vemos apareciendo en poder y gloria delante de nuestros ojos? Tal vez él es obvio, apareciéndose en Su poder y gloria delante de nosotros todo el tiempo. Tal vez el sentido de la ausencia de Dios de hecho tiene la intensión de decirnos algo, revelando a Dios como aquel que sirve más que mandarnos, un Dios que escucha más que hablarnos, un Dios que nos visita en vez de entrometerse, que nos apoya en vez de dominarnos.

La mayoría de los reyes se preocupan por su reinado, en vez de las personas dentro de su reinado. Pero el Dios de la Biblia está más preocupado porque que la gente dentro de Su reino se vuelva una comunidad en la que Sus creaturas aprendan a someterse al bienestar de los demás, de la misma manera que este Rey se somete a Si mismo por amor a nosotros. Él tomó una toalla, vertió agua en una vasija, y se arrodilló delante de nosotros. ¡Qué hermoso es nuestro Dios!

12 Comments


Brenda Warner - March 13th, 2021 at 7:29pm

Papá Dios ha estado hablando de la humildad hace 2 meses. Y con su escrito me ha quedado mucho más claridad.



Muchas gracias por compartirlo 😊.



Papá Dios te continúe bendiciendo grandemente.

Viviana - March 14th, 2021 at 9:01am

Hermoso nuestro Dios, imposible no conmoverse!!!

Cecilia - March 16th, 2021 at 9:21pm

Qué bien nos hace meditar en la humildad de Jesús, especialmente ahora que se acerca Semana Santa, volvemos a mirar la Cruz y tomamos ejemplo de El, gracias !

Yisela Riascos Arrechea - March 27th, 2021 at 7:41pm

Justo hoy mientras tenía un tiempo a solas con Dios podia ver su interes en sanar mi corazón y meditaba en su grandeza y lo pequeña que soy sin embargo viene a mi encuentro y me afirma su amor este mensaje es una respuesta a nuestra conversación de la tarde

Mariana Ibarra - April 6th, 2021 at 5:31pm

Cuanto te Amo mi Señor Jesús ❤ 🕊🙇‍♀️

Natalia Cristaldo - April 23rd, 2021 at 11:22am

Estoy totalmente fascinada por su humildad. Al leer estas palabras y ver desde el enfoque de un Dios que se arrodilla todo cambia en mí, ni siquiera puedo estar parada delante de su presencia sin llorar como una niña pequeña. Que nuestro Señor nos enseñe con tanta humildad como es, no deja de admirarme y cautivar todo mi ser. Te amamos Señor porque nos has amado primero.

Melvy Rodríguez - August 23rd, 2021 at 11:27pm

Muchísimas gracias Benji, por ayudarnos a valorar y a retarnos a enfocarnos en lo que verdaderamente es valioso para EL, y espera que lo imitemos como hijos suyos, estos extraordinarios detalles, nunca me había detenido a meditar acerca de su importancia el desarrollarlo en mi vida.

Abdias Bravo - October 18th, 2021 at 11:57am

El Rey manso y humilde de corazón.

Karina - June 3rd, 2022 at 6:28am

Lloré en toso el blog... Cuanto debo aprender

Diana - August 11th, 2022 at 3:44pm

Hermoso Dios❤❤

Carol monroy - September 11th, 2023 at 5:52pm

Benji, tienes el poder dado por Dios de edificar vidas. Voy sacando de mi mente la idea equivocada que tenía del Padre. Y lo voy conociendo y me abruma sobremanera que nos ame de tal manera, siendo tan imperfectos.

Luz Araceli - November 30th, 2023 at 5:31am

Realmente es una muestra de Amor puro e incondicional que Jesús nos enseñó a través de la humildad lo cual debemos aprender plenamente!!