Enséñanos a orar: La clase de la cual nunca nos graduaremos

Autor: Corey Russell

Si existiese una materia que te gustaría que Jesús enseñara como maestro, ¿cuál sería el nombre de la clase? ¿En cuál materia pidieron ser enseñados los discípulos? Estamos hablando de aquellos que caminaron con Él y a quienes se les concedió asientos de primera fila, día tras día, noche tras noche y comida tras comida, durante 3 años y medio. Aquellos que llegaron a tener un contacto diario, personal y cercano con Dios encarnado y verlo cada minuto y cada hora de cada día, que experimentaron las alturas de las cosas gloriosas hasta el más diminuto detalle cotidiano de la vida. Ellos pudieron escuchar los mensajes. Ellos vieron a Jesús abrir Su boca y predicar el Sermón del Monte al mundo. ¡Oh! Escuchar a este Hombre hablar acerca de Dios, hablar acerca del reino y hablar de verdades tan profundas con simpleza y a la vez con complejidad. Ellos fueron testigos de cada milagro. Ellos vieron cada ojo ciego abrirse, cada oído sordo abrirse, a cada cojo caminar y a cada muerto levantarse. ¿Cómo habrán sido aquellas conversaciones a altas horas de la noche alrededor de la fogata después de días como esos? Ellos pudieron ver cada liberación en donde Jesús echaba fuera a los espíritus con una sola palabra, liberando a los endemoniados.

Cada uno de esos aspectos de la vida y ministerio de Jesús merecían horas de discusión, sin embargo, no fueron Sus predicas, Sus milagros, o Sus liberaciones lo que Sus discípulos pidieron que les enseñase. No vemos registrado en los evangelios ni una sola vez que ellos le pidieran, “Enséñanos a predicar, o enséñanos a sanar, o enséñanos a liberar.” Después de pasar años con el Hijo de Dios, presenciando Su vida diaria y nocturna, ellos le pidieron, “Enséñanos a orar.” Ellos deseaban Su vida de oración. Ellos comprendieron que la vida pública del ministerio de Jesús era el resultado de Su vida privada de oración. Desde su primer mensaje público hasta el último, Él hizo énfasis en la oración. Lucas declara que “con frecuencia se apartaba y oraba.” No era una parte más de Su vida, sino que era la parte medular, central y el ADN de Su vida. No era “la sal que le echas a la carne”, sino que era “la misma carne”. Él no sólo enseño acerca de la oración, sino que también oraba. Ellos lo vieron orar. Vieron al Dios Hijo hablar con el Dios Padre a través del Espíritu de Dios. La intimidad, la vulnerabilidad, la intensidad que salía de Él mientras oraba. El Dios Hijo se vaciaba de Sus privilegios divinos entregándose completamente ante el Padre. Ellos lo vieron orar. Uno de mis versículos favoritos es Juan 17:1, “Estas cosas habló Jesús, y alzando los ojos al cielo, dijo…” Jesús pasaba de la predicación a la oración sin ningún esfuerzo y con Sus ojos abiertos hacia el cielo, Él oraba.

Doy gracias a Dios porque el cuerpo de Cristo está siendo entrenado a través de seminarios, conferencias, libros y otros materiales, pero me temo que existe una mayor carencia en lo que concierne a la vida de oración en el creyente tanto privada como corporativa. La razón por la que temo es porque la oración tiene una gran capacidad de exponer la realidad. El gran avivador, Leonard Ravenhill, declaró que “un hombre no es mayor que Su vida de oración.” Podemos engañar a las personas, podemos asombrar a las personas, pero lo que sucede cuando cerramos nuestros ojos y abrimos nuestros labios es la prueba de fuego de una realidad que no podemos manipular. De hecho, yo he comenzado a preguntarme como líder, “¿Mi vida está provocando está petición, enséñame a orar, o está provocando, enséñame a predicar como tú, a escribir como tú, o a tener sabiduría como tú, o a plantar iglesias como tú, o a liberar como tú…?” Esta lista podría seguir y seguir. Si esto era lo que Jesús producía en aquellos que más lo veían, ¿qué estoy produciendo yo en aquellos que más me ven? Si “el más grande todos los líderes” produjo esto, ¿por qué no deberían buscar encarnar esto todos los líderes y producirlo en aquellos que están en sus esferas de influencia? Ya sea una madre o padre en casa con 2 niños, o un pastor de una iglesia de 1,000 miembros, todo el liderazgo debería buscar esto mismo. Esto fue lo que Juan produjo en sus discípulos, y creo que ya es hora de que los líderes no se conviertan en aquellos que hacen de todo sino que busquen convertirse en el maestro de Uno. Líderes que saben interactuar con el cielo. Esta próxima generación necesita desesperadamente madres y padres que los tomen de la mano y los presenten ante la Persona más hermosa y más gloriosa para que los entrene en la gloriosa escuela de la cual nunca nos graduamos: La Escuela de la Oración.

7 Comments


SARAY CARRILLO - March 13th, 2021 at 6:31am

Palabras que me despiertan, definitivamente mi clamor será "enséñame a orar como tú"

🙇🏽‍♀️

Julieth Jiménez - March 13th, 2021 at 7:39am

Gracias por recordarnos que lo principal es la oración.

Viviana García - March 19th, 2021 at 4:11pm

Amén Señor, enséñanos a orar, a depender de tu voz, tu guía, tu dirección!

Lorena Rivas - April 13th, 2021 at 11:23am

Gracias excelente mensaje, que nos recuerda que lo principal en nuestras vidas debe ser la oración bendiciones

Natalia Cristaldo - May 3rd, 2021 at 12:05pm

Gracias por seguir recordando que sólo pasando tiempo con nuestro Padre aprenderemos de Él, lo conoceremos aún más y amaremos lo que Él ama. Es mi pedido enseñanos a orar sin cesar.

Isabel Salinas - December 14th, 2021 at 12:04pm

Excelente!!! Gracias Benyi una vez me pone a pensar en cómo estamos haciendo impactando en nuestras esferas de influenia, y sabemos que la oración es tan importante , y como cuesta llegar a tener una buena rutina o buena costumbre pero vale la pena enfrentarse a las distracciones o desafíos y hay que ser intencionales el mejor ejemplo lo tenemos y usted lo dijo Benjamín es Nuestro Señor Jesus!!🙏





david - May 14th, 2023 at 9:08am

Creo que tendrian que corregir el nombre Juan por el de Jesus en este escrito......'Esto fue lo que Juan produjo en sus discípulos.'..... Un saludo. Gracias por el Blog.